Justo antes de lesionarse durante el Mundial de Clubs que disputó el FC Barcelona a finales de diciembre, el siete de España y del Barça increíblemente era cuestionado desde la prensa.
Por favor, a David Villa hay que valorarlo globalmente. Es impagable lo que está aportando al equipo desde su incorporación. Además de los goles (la cantidad hasta ahora no es nada desdeñable), las asistencias, la presión, la recuperación en todas las zonas, los espacios que crea para sus compañeros y la lucha e intensidad que muestra, son aspectos suficientemente significativos que lo hacen especialmente necesario.
Su entrenador -que es quien conoce todos los aspectos del día a día, quien realmente sabe cómo entrena y que actitud tiene ante el trabajo- siempre lo ha valorado objetivamente como una pieza fundamental en el sistema del equipo y en la filosofía del juego.
Seamos justos. Al César lo que es del César y a David lo que es de David.